
Otras formas de contacto físico en el saludo – abrazos, palmadas, besos, etc.-
no están bien vistas. La cultura india es muy tradicional y desaprueba la
expresión de afectos en público.

La
cabeza se considera el lugar donde reside el alma. No se debe tocar nunca la
cabeza de un indio, ni siguiera para acariciar el pelo de un niño.

El
gesto de mover la cabeza de derecha a izquierda no tiene un significado
negativo, son más bien al contrario; indica asentimiento o aprobación.

Tradicionalmente, los indios no tienen apellidos de familia. Usan la inicial del
nombre del padre, seguido de su propio nombre. Por ejemplo, en una persona que
se llame R. Chibalratti, la “R” significa que el nombre de su padre empieza por
esa letra y Chibalratti es su nombre propio. A efectos legales deben escribirse
completos el nombre del padre y el nombre propio. No obstante, en la práctica
los nombres largos se acortan.

El
estatus social se determina por la edad, los títulos universitarios, la casta y
la profesión. Los funcionarios tienen más prestigio que los empleados del sector
privado.

En
la conversación deben evitarse temas como la pobreza, la religión o las
relaciones con el vecino Pakistán. Hablar del clima tampoco es una buena
elección ya que suele ser muy caluroso y húmedo. Temas bien recibidos son: el
arte, la vida de otros países y el cine – India es el país del mundo que más
películas produce.

La
mejor hora para concertar citas con directivos indios es antes o después del
almuerzo (a las 11:00 o a las 16:00)

Al
principio de la reunión se suele ofrecer té o refrescos. La costumbre es
rechazar el primer ofrecimiento y aceptar el segundo o tercero. Rehusar la
bebida puede ser contraproducente. Se aconseja beber despacio en caso de que no
se desee repetir.

Las cenas de negocios son más frecuentes que los almuerzos. Con ello se evita el
tráfico y la humedad del mediodía en el desplazamiento al restaurante.


Es
habitual que a los actos sociales y cenas se llegue con bastante retraso. Antes
de pasar a cenar se dedica un tiempo largo a los aperitivos y bebidas (sobre
todo whisky). La sobremesa no existe. Una vez que ha terminado de comer se
levantan de la mesa. El dicho local “indio comido, indio ido”, lo expresa muy
bien.

Los menús suelen ser vegetarianos. Los hindúes no comen carne de vaca, que se
considera un animal sagrado.

No
se debe tocar con las manos los platos que sirven de fuentes, ni mucho menos dar
a probar comida de nuestro plato a otra persona.

Al
final de la comida no es costumbre dar las gracias al anfitrión, ya que la
expresión “gracias” en este contexto se consideraría como una forma de pago y
sería mal interpretada.

En
un primer contacto no es necesario hacer regalos. Más adelante o cuando el
negocio se cierra, una botella de whisky, una corbata de colores vivos o una
caja de especias pueden ser buenas opciones. Hay que evitar los objetos
confeccionados en cuero (carteras, bolsos, cinturones, etc.) debido a lo sagrado
que es el animal vaca.

También hay que tener precaución con los regalos de bebidas alcohólicas, ya que
en algunos Estados hay restricciones por motivos religiosos o están prohibidas
en épocas de elecciones.

Los regalos no deben envolverse en papel blanco o negro ya que estos colores se
asocian con la muerte. No deben abrirse en presencia de quién los da.

Existen numerosas fiestas locales de carácter religioso en cada Estado o región.
Para preparar el viaje de negocios es aconsejable comprobar el calendario de
fiestas.

Para desplazarse por el país lo mejor es el avión. Hay dos o tres vuelos diarios
entre las principales ciudades.

Viajar en coche es complicado por el mal estado de las carreteras. Debe
calcularse una velocidad media de 40 o 50 Km/h. Conviene evitar los viajes
nocturnos, ya que hay un alto número de camiones circulando, algunos de ellos
sin luces.

En
las reuniones de negocios no es estrictamente necesario vestir con traje y
corbata salvo en encuentros muy formales o de alto nivel.

No
es aconsejable beber agua que no esté envasada o servida en hoteles. Igualmente
comer fuera de los hoteles y restaurantes recomendados para “occidentales” es un
riesgo que aumenta cuánto más pequeña sea la ciudad visitada.

La
mejor época para visitar la India es de octubre a abril. Se evitan así las
estaciones de extrema humedad y el riesgo de monzones, sobre todo en el período
julio-septiembre.
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